Estos días de carnaval nos fuimos Ana y yo a Roma, donde el ir y venir del
Osterdijk nos tuvo en vilo.
La cosa parece ir calmándose, pero no por ello cesan los vertidos en tierra. Los más recientes, en las
Gándaras de Budiño y en la marisma de Lago, como nos cuenta Amadeo Pombo en
su blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario