Varios lectores de este blog me tiran de las orejas cada vez que no acompaño las noticias de la ría con unas fotos. Tienen toda la razón. A menudo recuerdo que llevo la cámara en la mochila cuando ya me estoy marchando, y el resultado son unos posts más sosos. En ocasiones es cierto eso de que una imagen vale más que mil palabras. Por ejemplo:
Por mucho que me esfuerce yo en contar lo bonita que era esta espátula adulta, sólo un retrato es capaz de expresar hasta qué punto es eso cierto. Al rato se fue a dormir:
Probablemente esté ya de paso hacia el norte. ¿Soñará con su colonia holandesa? En marzo del año pasado estuve en una colonia de espátulas en la isla de Texel. Los amplios y cómodos nidos estaban instalados en árboles a la orilla de una laguna, como apartamentos con buenas vistas.
Durante el paseo de hoy la marea venía subiendo a toda prisa, y las aves, por algún motivo, se mostraban más confiadas que de costumbre. Los chorlitos grises, como este de la foto, mantenían una actitud casi melancólica:
Quizá fuera por el cambio de tiempo... Tras varias semanas de sol hoy estaba todo cubierto, y soplaba un húmedo viento del norte.
Conté cuatro gaviotas canas de primer invierno. Esta era una de ellas:
Por último, me topé con dos cercetas comunes, especie muy poco frecuente en la ría:
1.3.09
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1 comentario:
Mira que te ha dado jugo la casita de los patos, yo sin embargo ahí sólo veo reidoras. Lo de las fotos, es cierto, sobre todo si son como las de esta entrada.
Saludos, Marcos
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