El británico The Guardian ha "destapado" cómo en los últimos tres años un equipo de la universidad de Oxford ha estado intentando responder a la siguiente pregunta: puestos a elegir, ¿los patos prefieren a) un estanque; b) agua corriente; c) una ducha?
La ducha ganó por goleada. Hasta aquí, nada que objetar. Muy curioso. Incluso interesante. Aunque no es difícil de imaginar los chistes y gracietas que se harían en las islas a costa de este hallazgo.
La verdadera noticia es que el proyecto ha costado más de 350.000 euros (no es un error: casi 60 millones de pesetas). Y esto, con la que está cayendo, ha soliviantado a más de uno. Porque los fondos provienen del erario público. El gobierno se justifica alegando que esta puede ser la solución para las anti-higiénicas charcas de las granjas de patos.
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