La sorpresa fue encontrarnos allí mismo con una Pardela cenicienta. ¿Qué hace una especie oceánica como ésta en el interior de la ría do Burgo?. Nuestra primera y precipitada conclusión fue que no podía volar. Error. Cuando el viento la llevaba demasiado cerca del juncal, se remontaba sobre el agua para desplazarse elegantemente 100 o 200 metros hacia el centro de la ría. Su plumaje era perfecto, y su actitud normal.
Aquí está:


1 comentario:
Felicidades por estas fantasticas fotos, xa me dou un pasmo o corazon jeje.. nada mais velas sen ler antes o comentario, enoraboa pola observacion, gracias os blogs que actualizades a cotio, xa teño que reservar un anaco de tempo para paxarear a traves da rede.
Saudos Samuel Paz.
Publicar un comentario