La bajamar era espléndida cuando llegué hoy, y cuando me fui la pleamar era ya quien mandaba. Estas condiciones son las mejores para censar la mayor parte de las especies, mientras abandonan las descubiertas de fango y van concentrándose en las cada vez más angostas orillas. Además, hoy sólo me entretuvo un señor. Deseaba el hombre compartir conmigo: a) su desazón por la cantidad de basura que se acumula en las orillas; b) la pésima opinión que tenía la clase política; c) su apuesta por internar a los gitanos en un campo de trabajo a fin de educarles en los rudimentos del esfuerzo personal. La conversación se interrumpió al llegar a este último punto, tras escapárseme un adjetivo calificativo que obtuvo una seca respuesta: “Bueno, usted es de unas ideas y yo de otras”, demoledora frase que puso fin al diálogo. Un fin que yo temía que aún tardaría en llegar. El señor se dio la vuelta, se alejó con sus abominables reflexiones, y yo seguí contando aves:
3 Gaviones
24 Gaviotas cabecinegras
509 Gaviotas reidoras (su número va creciendo)
119 Gaviotas sombrías
20 Gaviotas patiamarillas
1 Gaviota de Bonaparte
1 Gaviota argéntea (de 2º año)
5 Charranes patinegros
1 Charrán común (nuevo)
1 Charrancito (nuevo)
8 Vuelvepiedras
3 Archibebes comunes (nuevos)
3 Andarríos chicos
14 Chorlitejos grandes
26 correlimos comunes (hubo entrada)
1 Correlimos zarapitín (el adulto que ya estaba la pasada semana)
17 ostreros
14 Zarapitos trinadores
18 Garzas reales
14 Garcetas comunes
12 cormoranes grandes
1 Martín pescador (el primero que veo de esta segunda mitad del año en la ría)
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