A las 19:00, cuando recién llegábamos Ana y yo al embalse de Cecebre (desde Estaca de Bares, a donde habíamos acudido por la mañana para saludar a Jesús Menéndez, Gorka Ocio y Yolanda, que se pasaron el puente contando aves marinas, y para almorzar con la familia Torres: Ignacio, Silvia y Claudia, y con Jorge, Elena, Pablo y Bárbara), recibo un SMS de Amadeo Pombo con la noticia de que hay una Garceta grande en la ría. Ya la noche anterior, al encender el móvil nada más descender del avión, el primer mensaje que me había llegado había sido precisamente de Amadeo con el anuncio de la presencia en Cecebre de un ejemplar de la misma especie. ¿Sería la de hoy de la ría la misma que estaba ayer en el embalse? Para saberlo, caminé hasta la cola de éste, hundiéndome más y más en el húmedo barro. Lo único grande y blanco que vimos fueron 4 Garcetas comunes, el Flamenco común que lleva aquí una semana, y la Cigüeña blanca que se estableció hace ya tiempo. De paso leímos las anillas de colores de un Cormorán grande.
De modo que recogimos y nos fuimos a la ría, donde permanecimos hasta el anochecer sin que reapareciera la Garceta grande. Aprovechamos para censar las Gaviotas reidoras (en torno a 600) y sombrías (78), y para advertir la presencia de 9 Archibebes claros (su número ha subido), 4 Agujas colipintas (lo mismo), 17 Ostreros, 10 Vuelvepiedras, 2 Gaviones adultos, 26 gaviotas cabecinegras, 1 Charrán común... Uno de los Ostreros arrastraba la pata derecha, y una de las reidoras se paseaba por el fangal arrastrando un ala.
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