6.3.06

6 de marzo: Una espátula perseguida y un estornino vocinglero

Las tres espátulas se ponían las botas en la boca de los canales cuando llegué. Una jovenzuela me dejó tomarle algunas fotos decentes. Al rato hizo algo que llamó la atención de un segundo invierno de patiamarilla, y hubo de salir volando para ser perseguida por la gaviota durante cerca de dos minutos.

La mayoría de las reidoras adultas ya lucen sus oscuras capuchas, lo mismo que las cabecinegras, cuyo número ha empezado a descender. Sigue por aquí la guanaguanare de primer invierno, feliz con unas obras que han levantado un tramo de la pradera inmediata al jardín botánico. Va y viene entre los terrones destripados con el entusiasmo de un niño en una juguetería. Con ella había una de las tres gaviotas canas que ví hoy, y un puñado de reidoras.

Esas obras pretenden desaguar con mayor eficacia una balsa que se forma tras las lluvias al otro lado del botánico. A tal fin van a colocar una ancha cañería subterránea que desembocará justo en mitad de la marisma, en el muro del paseo marítimo. Todo esto me lo comentó el capataz de la obra, una persona muy amable a quien me dirigí para enterarme de qué iba la cosa. Le pedií que tuviese cuidado con el pequeño juncal que le resta a la ría, y me dijo que no me preocupase, que estaría pendiente. A ver...

Comienza a anunciarse la primavera, a pesar del fresco y lo cubierto del día. Un estornino negro tan locuaz como desenfrenado cantaba con reclamos inconexos, luego entraba y salía de un hueco bajo la azotea de la urbanización “La Ría”, y más tarde arrancaba con frenesí las hojas verdes de un arbolillo para o bien dejarlas caer, o bien subirlas a su actual guarida y futuro nido. Y vuelta a empezar. Una pareja de personas mayores que se habían sentado a descansar justo al pie del árbol elegido por el estornino para gritar más alto que nadie miraban a un lado y a otro buscando al causante del alboroto, sin imaginar que estaba a dos metros sobre ellos.

He aquí unas cuantas fotos. El primer lugar el estornino, en este momento muy calladito.

Esta es la espátula que persiguió la gaviota:
Por último, las gaviotas cana y guanaguanare. Atención a sus picos, manchados de barro.

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