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Las gaviotas cabecinegras han visto reducida su cifra en poco más de una semana de los 107 ejemplares del pasado 24 de febrero a los 10 que había hoy: 8 de primer invierno, 1 de segundo invierno y 1 adulto. Las espátulas se han marchado (o al menos hoy no estaban por ningún lado), las garzas eran sólo 14, y los cormoranes grandes 13.
Mientras tanto, han vuelto los cisnes (de nuevo hay cuatro), y los chorlitos grises sumaban 30 aves. Conté hasta 5 agachadizas comunes y 3 zarapitos trinadores, y entre la inquieta nube de correlimos comunes que no acertaba a posarse descubrí al correlimos gordo que llevaba tiempo sin ver.
Cuando ya regresaba a mi oficina, tras una hora escasa de paseo, cruzó la avenida de Alfonso Molina un águila calzada. Iba camino de la bocana de la ría, donde seguro que la armó buena a su paso.
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