Un halcón peregrino. Nada que ver con el Xacobeo:
Es una especie habitual aquí, que suele pasar desapercibida para los paseantes a pesar del barullo que su alta silueta es capaz de montar entre las aves de la ría.
Hoy se desperdigaban por las amplias descubiertas de fango y arena. Estamos en plenas mareas vivas:
Los más atentos habrán descubierto en esa foto seis espátulas. Aquí están un poco más cerca:
Eran cuatro adultos y dos jóvenes. Deben ser los mismos que llevan aquí varias semanas, si bien los últimos días habían dejado de verse dos de ellos.
Por lo demás, conté 7 gaviones. Una buena cifra para este estuario.
31.1.10
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