Ese es el cálculo al que han llegado los investigadores que estudian la ingesta de plástico por parte de esta especie, tal y como nos cuenta esta interesantísima nota, que destaca cómo la descomposición en micropartículas de los trozos de plástico ingeridos (35 como media por ejemplar), lo que facilita su expulsión, es mucho más rápida de lo que se suponía. Como consecuencia, el océano se llena de minúsculos pedazos de plástico mucho más difíciles de eliminar y que afectan a otros organismos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario