8.3.06

7 de marzo: Orballo en San Antón

En Galicia cuando hay orballo, y por denso que sea, está muy mal visto llevar el paraguas abierto. Es... no sé... como poco gallego. Ni llueve ni deja de llover, de modo que la solución suele ser salir con el paraguas, pero cerrado. Hoy el orballo venía de través, y se prendía en el cabello y las pestañas con delicadeza, sin llegar a empapar. Me acerqué a última hora de la tarde hasta los pantalanes del Club Náutico, a espiar las idas y venidas de gaviotas y vuelvepiedras. Al principio se estaba razonablemente bien. Al rato la situación era pelín incómoda. Más tarde perdí la compostura a base de estremecimientos varios. Luego empecé a toser más de la cuenta, y pensé que si mi madre me viese allí, al borde del mar, con la que caía y expuesto al creciente frío de la tarde, y extrayendo de mi pecho sonoros estertores, probablemente se sentiría muy intranquila (perdón, mamá). Mientras tanto, mis manos habían adquirido el tacto de un pescado echado a perder. Cuando las metía en los bolsillos de la cazadora o del pantalón se quedaban como atascadas, negándose a salir de nuevo a la intemperie.

Las gaviotas iban cayendo del cielo para pasar la noche en los pantalanes. Observé dos Gaviones, una Gaviota argéntea de segundo o tercer invierno, y multitud de patiamarillas y sombrías. También estaba la Vuelvepiedras canadiense, y a lo lejos un Arao, que pescaba junto a unas boyas.

Una patiamarilla que jugaba con un objeto de vivo color amarillo lo perdió tras caérsele, rebotar en el pantalán y acabar en el agua. Mientras se hundía muy lentamente, la gaviota no le quitaba ojo, de vez en cuando haciendo leves ademanes de desesperación. Me pregunté, claro, hasta qué punto compartimos las gaviotas y nosotros las sensaciones e incluso los razonamientos (siempre simples) que nos sobrevienen tras haber perdido algo por culpa o despiste sólo nuestros. Por expresarlo de forma más clara: ¿dirán tacos las gaviotas?

En fin. Ahí van unas fotos. En la primera salen cuatro especies de gaviotas:
Aquí está la Vuelvepiedras canadiense asegurándose de que todas sus anillas están en su sitio.
Para terminar, una vista general de dónde estaban los Vuelvepiedras: abajo, en esas rocas que descubre la bajamar.

3 comentarios:

Cosme Damian Romai Cousido dijo...

Saludos Toñete!
Bonitas fotos, y no menos interesante narración de la jugada ;)
Al ver la foto con las cuatro especies de Larus (si no me equivoco, L. michahellis, L. fuscus, L. marinus y L. argentatus), he tenido un dejà vie considerable al ver la argéntea, ya que creo que es la misma que vi el día 20 de febrero en el mismo lugar (mira la foto -bastante mala eso sí- en mi blog: birds-and-birding.blogspot.com en la entrada: 19 to 21.02.2006. Birding in Galiza).

Saludos desde Arribes del Duero,
Cosme Damián

Anónimo dijo...

Excelente foto para clase de cursillo de gaviotas

Antonio Sandoval dijo...

Hola Damián y... "usuario anónimo" (?). No soy capaz, Damián, de acceder a esa foto tuya. Por otro lado, acertaste con las 4 especies, claro.