30.10.06

30 de octubre de 2006: La primera Lavandera enlutada, un lance de caza y una fea conversación

Hoy a mediodía la bajamar era espléndida. Y seguía haciendo calor. Ya no estaban las Espátulas, y no encontré a las gaviotas americanas. Había aumentado el número de Archibebes claros (hasta 19), y se mantienen la Aguja colipinta y las 3 colinegras. Además, han llegado más Zampullines chicos, pues conté 9.

Otras cifras interesantes son 4 Gaviones (3 adultos y 1 primer invierno), y 49 Gaviotas cabecinegras, 35 de ellas adultas, 3 de 2º invierno y 11 de este año. Estamos en pleno trasiego migratorio de esta especie, y se nota. Hace sólo 5 días había 17 adultas, 6 de 2º invierno y 47 de este año. Unas se vienen, otras se van, y la ría sigue igual (gracias, Julio).

La noticia del día es la aparición de la primera Lavandera enlutada de este invierno en la ría. Aunque el titular de portada bien podría ocuparlo el emocionante lance de caza protagonizado por un macho adulto de Halcón peregrino y un Andarríos chico. El Halcón hizo hasta cuatro picados antes de conseguir que el Andarríos levantase el vuelo, y le bastaron con dos intentos para atraparlo sobre el agua. Yo había apuntado ya 5 Andarríos chicos presentes.

Aunque la jornada estuvo entretenida, al final me fui con mal rollo. Un señor mayor me abordó para recitarme la habitual letanía de “a dónde vamos si no protegemos esto tan bonito”, bla, bla, y etc, etc. Como me mostré educado y atendí pacientemente a su charla, cobró bríos y empezó a despacharse con los políticos, para saltar luego a argumentar que la guerra es el mejor remedio contra muchos males, y más adelante que el holocausto, bien mirado, no estuvo tan mal, pues hizo posible deshacerse de multitud de haraganes y parásitos. Y que eso es lo que habría que hacer ahora. “Me tomará usted por un loco”, dijo, probablemente a fin de responder a la huída de mis cejas hacia el nacimiento del cabello. Le respondí que el mundo estaba lleno de locos, y que por eso había guerras y barbaridades, y que yo prefería a un holgazán antes que a un exterminador. Y tras dejarle hablar un poco más, me despedí con el pretexto de las prisas. Parece mentira que haya gente así. Y ya es el segundo que me encuentro aquí que desea compartir ideas de éstas (el primero deseaba internar a los gitanos para reeducarlos). Por mayores que sean no dan menos pavor. También Pinochet puede parecer un ancianito enternecedor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

un burro no deja de ser burro por el paso del tiempo, a lo que llega es a burroviejo, pocas veces usé la estratagema de decir: mi no enthhiiende.
Halcón ehh!