Estas dos últimas semanas he pasado varios días por la ría a echar una ojeada, censar algunas especies y confirmar la presencia o ausencia de otras. He echado en falta, sobre todo, a espátulas y gaviotas canas. También a los zorzales alirrojos (este año apenas he visto un puñado en Galicia). A cambio, he visto un colimbo grande que se pasea estuario arriba, incluso hasta el puente de O Burgo, y a un somormujo lavanco pescando en el canal central. También a las 4 garcillas bueyeras que pasan la noche en el jardín botánico y capturan topillos en sus prados. A una de ellas le robó su presa una gaviota reidora.
En total, he observado en la ría y sus orillas 62 especies diferentes. Hay correlimos común (440), gordo (1) y tridáctilo (2), archibebe claro y común (4), aguja colipinta (1) y colinegra (2; este año no está la tribu que nos visitó los dos inviernos pasados), chorlito gris (42), zarapito trinador (6) y real (1), zampullín cuellinegro (1; hay otros 5 junto al castillo de San Antón), colimbo chico (1), chorlitejo grande (4), ostrero (más de 80), azor, gavilán, halcón, ratonero, martín pescador, gallineta, bisbitas común y costero, buitrón, alca, negrón común, cerceta común... Etcétera.
Muchas mañanas me he encontrado con Luis Iglesias, concentrado en su empeño en obtener la mejor foto jamás tomada a una gaviota reidora. De él es la de la garza real que está a punto de zamparse un topillo (¡gracias!). El resto son mías.