Los jóvenes de patinegros no dejaban de pedir propina a sus padres con extraordinario alboroto. Este padre era un ejemplo de paciencia. Fijaos en su cara:

Luego los chavales se echaban a descansar:

Es que pedir es una tarea muy dura.
Había también 8 Vuelvepiedras, 5 Cormoranes moñudos y 1 grande, y 6 varias decenas de Gaviotas patiamarillas y sombrías.
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